El síndrome de Asperger no es una enfermedad ni una discapacidad intelectual
Ministerio de Salud Pública Noticias de Salta Salud 17/02/2022 15:06Se describe como un trastorno del neurodesarrollo, que afecta a las capacidades de relación social y al desarrollo emocional y conductual del niño.
El 18 de febrero es el Día Internacional del Síndrome de Asperger. La Organización Mundial de la Salud lo reconoce como un trastorno generalizado del desarrollo infantil, con consecuencias en el desarrollo social, emocional, y en la conducta del niño, que se inscribe dentro de los trastornos del espectro autista (TEA).
Pese a que desde el año 2007 se celebra este día para visibilizar la problemática, existe un significativo desconocimiento, por parte de la sociedad en general y de algunos profesionales, sobre las características de este síndrome.
No es una enfermedad mental ni una discapacidad intelectual. Es un trastorno del neurodesarrollo, que implica unos niveles de inteligencia en la media y un buen nivel de lenguaje, pero también grandes alteraciones en la comunicación y comprensión social, que se manifiestan en un comportamiento rígido, intereses restringidos y dificultades para comprender las reglas sociales y el lenguaje no formal.
Por ello, se dice que el síndrome de Asperger es, fundamentalmente, una discapacidad social, ya que es en este ámbito donde se generan diversas barreras para la participación de las personas que lo tienen.
Signos del trastorno
Las personas con síndrome de Asperger se encuentran demasiado obsesionadas con un tema, elemento u objeto, ignorando todo lo demás que ocurre a su alrededor, aunque son capaces de acercarse a otras personas.
Muchas de estas personas sobresalen en matemáticas y ciencia. Pueden tener un grado de inteligencia normal, o incluso superior. Tienen, por lo general, muy buena memoria para recordar hechos, figuras, fechas, datos.
El niño que presenta leves signos, a menudo resulta no diagnosticado y puede ser tomado simplemente como raro o excéntrico.
Lo que puede aparecer como mal comportamiento, con frecuencia es el resultado de la inhabilidad para comunicar sus frustraciones y ansiedades. Estas personas necesitan ser tratadas con amor, amabilidad, paciencia y comprensión.
Un niño o adolescente con síndrome de Asperger requiere terapia psicológica que le ayude a manejar sus emociones, comportamientos y obsesiones, para integrarse adecuadamente a la sociedad. La consulta profesional puede efectuarse en hospitales y centros de salud que dispongan de servicio de Psicología.
Se sabe que el síndrome de Asperger afecta mayoritariamente a los varones. En las mujeres, el diagnóstico suele darse de manera más tardía, debido a que los signos en ellas son menos visibles.
Señales de alerta
· Dificultades para la interacción social. Relaciones sociales limitadas.
· Desean relacionarse, pero no saben cómo hacerlo.
· Suelen tener intereses y actividades restringidas, rígidas, sistemáticas y repetitivas.
· Tienen intereses muy concretos sobre los que acumulan mucha información y dedican mucho tiempo. Convierten a estos en el tema principal de sus conversaciones.
· Les cuesta adaptarse a los cambios, las situaciones novedosas o poco previsibles.
· Pueden ser extremadamente sensibles a algunos estímulos del ambiente, como ruidos, luces, olores, sabores.
· Algunas personas muestran retraso motor y torpeza en sus movimientos.
· Son muy literales: no suelen comprender los chistes o dobles sentidos.
· No suelen mirar a los ojos cuando hablan y realizan pocos gestos con el rostro.
· Les cuesta comprender expresiones faciales y gestos de los demás.
· Tienen dificultad para comprender las reglas sociales, como esperar turno, saludar, dar las gracias, guardar distancia al conversar.
· Algunas personas hablan mucho, en un tono alto y peculiar. Usan un lenguaje extremadamente formal y preciso, con un extenso vocabulario, que puede parecer pedante.
Día Internacional del Síndrome de Asperger se estableció en recordación del natalicio de Hans Asperger, pediatra, psiquiatra, docente e investigador austríaco, nacido el 18 de febrero de 1906 en Viena. Fue él quien se dedicó a estudiar desórdenes mentales, especialmente en niños, y describió este síndrome.
Fuente: Secretaría de Prensa y Comunicación