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Arte para reflexionar en el Día Mundial de la Enfermedad de Alzheimer

Ministerio de Salud Pública Noticias de Salta Salud 18/09/2018 10:20

El servicio de Neurología del hospital San Bernardo, que cuenta con un consultorio y taller de memoria, ofrecerá un taller de dibujo a cargo del plástico salteño Roly Arias, para reflexionar sobre la enfermedad y cuidados del paciente.

Arte para reflexionar en el Día Mundial de la Enfermedad de Alzheimer

Foto ilustrativa.

Se considera al arte como una de las formas más efectivas de estimulación cognitiva y factor de inclusión social, por lo cual el Servicio de Neurología del hospital San Bernardo ha organizado un taller de dibujo a cargo del reconocido plástico salteño Roly Arias, destinado a público en general.

El mismo, denominado “JuntARTE POR Salud”, tendrá lugar el viernes 21 a partir de las 16 en el Museo de Arte Contemporáneo, Zuviría 90, con acceso libre y gratuito. La actividad será ocasión para reflexionar acerca de la enfermedad de Alzheimer y concientizar sobre la importancia de la consulta temprana y los cuidados hacia el paciente.

El 21 de setiembre de cada año ha sido establecido por la Organización Mundial de la Salud como Día Mundial del Alzheimer, con la finalidad de dar a conocer esta patología crónica y difundir información acerca de la misma.

La enfermedad debe su nombre al psiquiatra y neurólogo alemán Alois Alzheimer, quien identificó sus síntomas en una paciente y publicó sus descubrimientos en el año 1906.

Patología neurodegenerativa
Esta es la forma más común de demencia, definida como trastorno encefálico de deterioro crónico y progresivo que se acompaña de efectos profundos en la capacidad de recordar, aprender y razonar.

Se caracteriza por la pérdida de habilidades intelectuales, asociada a trastornos de la conducta lo suficientemente severos como para interferir con las funciones sociales u ocupacionales de la persona que los padece.

La Organización Mundial de la Salud calcula que existen aproximadamente 32 millones de personas con enfermedad de Alzheimer en el mundo, con una prevalencia estimada en el 8% para individuos en los 65 años y superior al 30% para la población que supera los 80 años.

Entre los signos que permiten detectar el inicio de la enfermedad, los más comunes son problemas con la memoria reciente, para realizar actividades habituales, extravío de cosas, pérdida de la orientación, cambios en el humor y comportamiento habituales, dificultades en el habla o para nombrar objetos conocidos, tendencia al aislamiento.

A la fecha no existen tratamientos que puedan curar una demencia o revertir su evolución progresiva, pero se utilizan medicamentos paliativos que mejoran el rendimiento de la memoria y de todo el sistema cognitivo, a la par que se desarrollan investigaciones en etapa de ensayos clínicos.

Aunque la edad es el principal factor de riesgo de la enfermedad de Alzheimer, esta no es una consecuencia inevitable del envejecimiento ni afecta exclusivamente a personas mayores, ya que los síntomas pueden aparecer tempranamente, entre los 30 y los 50 años.

Algunas investigaciones relacionan la aparición de deterioro cognitivo con factores de riesgo comunes a otras enfermedades no transmisibles, como inactividad física, obesidad, dietas malsanas, consumo de tabaco, consumo nocivo de alcohol, diabetes e hipertensión.

Signos de alarma
Entre los signos a tener en cuenta para detectar tempranamente la enfermedad de Alzheimer, se debe poner atención a pérdida de memoria que afecta la capacidad de trabajo, como olvido de citas, nombres; dificultad para realizar tareas hogareñas; problemas de lenguaje como olvido y sustitución de palabras; desorientación en tiempo y espacio; conductas anómalas; pérdida o ubicación incorrecta de objetos; cambios de humor; pérdida de iniciativa; cambios en la personalidad.

En forma gradual, la persona va perdiendo la capacidad de leer, escribir, calcular e incluso comunicarse con normalidad. Los cambios de personalidad pueden ser notables y también pueden aparecer trastornos de las funciones motoras.

Se recomienda a quienes conviven con una persona afectada con alguna demencia, hablarle de forma tranquila y placentera para no irritarla; proporcionarle un ambiente tranquilo, en lo posible sin elementos que puedan causarle daño, como fuego, objetos cortantes y punzantes; utilizar auxiliares de memoria como listas, notas, etiquetas; orientarla en tiempo y lugar; controlar temperatura de los alimentos; vigilar posibles caídas; estimular capacidades cognitivas.

 


Fuente: Secretaría de Comunicación

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